En este video, exploramos las posibles razones detrás del naufragio del desembarco de Canelo Álvarez en Japón para una pelea con Ryota Murata. A pesar de las expectativas generadas por declaraciones previas, surgen incertidumbres en torno a la realización del evento.
Una posible razón radica en las exigencias de Murata y su equipo, como cláusulas sobre el peso y limitaciones adicionales, lo que podría obstaculizar un acuerdo. Además, se especula que Canelo podría estar solicitando un peso pactado superior a las 160 libras, lo que agrega complejidad a las negociaciones.
Otra razón plausible es la postura inicial de RAZÓN, que pudo haber establecido demandas estrictas desde el principio, generando tensiones y obstáculos en las conversaciones. Además, se considera la posibilidad de que las estrictas regulaciones antidopaje en Japón puedan haber sido un factor disuasorio para Canelo.
RAZÓN, presionado por inversores y buscando rentabilidad, podría haber endurecido su posición, lo que podría cambiar el enfoque hacia otras peleas más rentables, como con Smith o Saunders. Esto podría reflejar un cambio en la estrategia para asegurar mayores ganancias.
La preparación y la estrategia de Canelo también se examinan. Se considera si enfrentar a Murata en Japón, seguido de una trilogía con Golovkin en septiembre, daría suficiente tiempo de recuperación y preparación. Esto podría influir en la decisión de buscar rivales más asequibles.
Además, factores externos, como la posibilidad de que Canelo prefiera pelear en Europa debido a preocupaciones financieras o de seguridad, se analizan como posibles obstáculos.
En última instancia, se sugiere que RAZÓN podría tener un papel determinante en las negociaciones, demostrando autoridad y exigiendo que se cumplan sus objetivos comerciales. Esto podría resultar en un retraso en las decisiones mientras se evalúan todas las opciones disponibles.
En resumen, se exploran siete razones posibles que podrían estar influyendo en las dificultades para concretar la pelea entre Canelo Álvarez y Ryota Murata. Aunque las negociaciones continúan, la incertidumbre persiste mientras se espera una resolución.