En este análisis en frío, vamos a desentrañar lo que sucedió en la noche del sábado en Las Vegas en el MGM Grand, donde David Benavides propinó una paliza a Caleb Plant, generando un impacto considerable en el mundo del boxeo. Plant, aunque mostró resistencia, se vio notablemente diferente a su enfrentamiento anterior con Canelo Álvarez, demostrando un nivel de valentía y determinación que no habíamos visto antes. Los números hablan por sí solos: Benavides dominó en golpes lanzados y golpes de poder, reflejando una clara superioridad sobre Plant.
Los jueces han sido objeto de críticas, con tarjetas que algunos consideran fuera de lugar. La actuación del árbitro, Kenny Bayless, también ha sido cuestionada, mostrando una excesiva benevolencia hacia Plant y una falta de acción ante los amarres y el castigo evidente que estaba recibiendo.
Ahora, lo más importante es qué sucederá con David Benavides. Se ha sugerido una pelea entre Benavides y David Morrell, con el ganador enfrentando a Canelo Álvarez. Sin embargo, esto plantea cuestiones sobre los intereses de las organizaciones de boxeo y la obligación moral de Canelo de enfrentar a Benavides.
La presión sobre Canelo será intensa en las próximas semanas, con llamados para que asuma la defensa de su título contra Benavides. La postura del Consejo Mundial de Boxeo parece ser la correcta, marcando una obligación pero sin imponerla directamente a Canelo, evitando así que este utilice presiones externas para evadir el enfrentamiento.
Canelo enfrenta una encrucijada: aceptar la pelea con Benavides o renunciar al título. La falta de excepciones para pelear en la categoría de 175 libras sin perder títulos lo coloca en una posición difícil. Todo el peso y la presión están sobre él, y su decisión será crucial para su legado en el boxeo.