La pelea del 4 de mayo no despierta las expectativas imaginadas, no hubo promoción y se palpa le indiferencia de un alto sector de la fanaticada. Es obvio, los antecedentes recientes de Canelo son pasto propicio para el ‘no me importa’. Peleas a modo como Charlo o directamente un fiasco como GGG ¿Se puede esperar algo diferente de Jaime Munguia? Muchos, demasiados, creen que será más de lo mismo. Abunda en las redes sociales la certeza de que solo se trata de una oportunidad de hacer dinero, vamos, que son buenos socios listos para vender un sparreo televisado como si fuera una verdadera revolución mexicana.
¿De qué deoende que no lo sea? Está claro que todo depende de Jaime Munguia. Si es capaz de dar una pelea competitiva, si es capaz de subir con actitud rebelde, con hambre de lograr un paso decisivo en su carrera o por el contrario decide comportarse como un subordinado, algo similar a lo que sucedió con Avni Yildirim o el propio Jermell Charlo, conformandose con ser parte de la fiesta, un socio del negocio, y llevarse la mayor bolsa de su carrera.
Muchos no creen en un Munguia competitivo, pero, es necesario otorgarle el beneficio de la duda. Canelo Alvarez hoy es un boxeador promedio, obligado a seleccionar rivales y esquivar los riesgos. Eso claramente es el signo del deterioro, algo natural en un empresario que se mantiene activo para proteger su imagen. De ella dependen muchos de sus negocios. Sus peleas a modo, mostraron los límites. No pudo noquear a Charlo que subió a sobrevivir, no pudo noquear a Ryder que fue capaz de darle buena pelea ni pudo conmover a un jubilado Gennady Golovkin.
Esta claro que Jaime Munguia si se lo propone, es capaz de hacer una pelea competitiva, y hasta pelearle la victoria en las tarjetas. Oscar de la Hoya dijo que después del 4 de mayo tendrá bajo contrato a las dos caras del boxeo. En alusión a Ryan García y Munguía, claro. Se supone en ese caso que este último deberá imitar a García para romper con los pronósticos. Si quiere puede hacerlo, pero como todo: ver para creerlo. No sea cosa que se equivoque y decida imitar a Yildirim o Jermell Charlo.