Tyson Fury y Oleksandr Usyk cumplieron con las expectativas y protagonizaron una de las mejores peleas en la historia de los pesos pesados. El combate terminó en victoria del ucraniano en las tarjetas sobre ‘Gypsy King’ para arrebatarle el cinturón que le faltaba y proclamarse como el nuevo campeón indiscutido de los completos.
No obstante, dos detalles oscurecen la épica victoria del ucraniano. Las tarjetas fueron al extremo cerradas, algo incongruente con la realidad de la pelea. En el novenO episodio, el réferi Mark Nelson tomó una polémica decision cuando Fury estaba siendo vapuleado y a punto de ser noqueado, paró la pelea para hacerle un conteo que no encuentra interpretación en ningún reglamento. No hubo caída, si detiene el castigo es para decretar el TKO, pero eligió inventar una caída que salvó a Fury.
La función se celebró en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita. Usyk, le arrebató el fajín del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y lo sumó a sus cetros que desde hoy lo avalan como campeón indiscutido también de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Federación Mundial de Boxeo (FIB).
Usyk comenzó llevando la iniciativa desde el arranque, se mostró rápido, agresivo y buscó llegarle con golpes efectivos con su tradicional capacidad para entrar, conectar y salir, llevando siempre el jab como mortero antes de buscar lastimar con su poderosa izquierda.
Al tercer episodio, Fury logró ajustar, emparejó la pelea y desde la comodidad de su major distancia fue conectando a Usyk en las zonas blandas o acertando las partes altas con un upper que le costó evitar al ucraniano. Los asaltos intermedios fueron de dominio del británico.
Todo cambió en el octavo round cuando Usyk, quizás como parte de su plan de pelea, empezó a tomar riesgos y con combinaciones de poder alcanzó el rostro de Fury que a esa altura sangraba de manera abundante por la nariz. Terminó mal el octavo y estuvo a punto de ser noqueaado en el noveno. En una polémica decision de réferi, que decidió un conteo cuando Fury parecía noqueado de pie sobre recostado a las cuerdas faltando poco menos de 20 segundos del round. El árbitro Mark Nelson detuvo el acoso de Usyk y contó hasta 10, aparentemente convencido de que las cuerdas habían mantenido a Fury en alto. El conteó le permitió sobrevivir a lo que debió ser un TKO.
Al décimo el británico regresó recuperado y el combate llegó al final quedando la resolución del pleito en manos de lost res jueces, que marcaron en sus tarjetas 115-112, 113-114, 114-113. O sea, los 10-8 del noveno asalto inclinaron la pelea por decision mayoritaria para Usyk, lo cual muestra el grado de compromiso que existía por favorecer a Fury en cualquier asalto cerrado. La única tarjeta que pareció respetar lo que se vio en el ring fue la del 115-112
OLEKSANDR USYK
“Muchas gracias por mi equipo. Es una gran oportunidad para mi familia, para mi país”, dijo Usyk después. “Estoy muy feliz. “Creo que mi gente estará muy feliz, es una gran victoria, no sólo para mí, es una gran victoria para mi país, para los soldados que ahora defienden mi país” “Creo que mi padre ahora me está cuidando y está muy feliz. Papá, te amo. Puedo, tú me dijiste que puedo”.
Ante la pregunta sobre la revancha pactada en contrato, Usyk respondió: “Sí, por supuesto. Estoy listo para la revancha”, dijo.
TYSON FURY
Fury pensó que la decisión debería haber sido a su favor. “Creo que gané esa pelea”, declaró. “Creo que él ganó algunas rondas, pero yo gané más. “No se equivoquen, gané esa pelea y volveré”, continuó. “Volvemos con nuestras familias y lo ejecutamos en octubre. “No voy a sentarme aquí a llorar y poner excusas”.