Pasó todo lo contrario a lo esperado. Ryan García dio una gran pelea y se llevó la victoria sobre Devin Haney. Lució cuerdo y enfocado luego de toda la locura del camino previo a esta pelea, que lo cerró en el pesaje del viernes no cumpliendo con el peso divisional y bebiendo una cerveza sobre la balanza.Fue un show lamentable. Como también asustaron sus comunicaciones enajeandas en las redes ¿Comedia? ¿Invento para vender la pelea? ¿Se pasó en el peso para ganar ventajas? Es posible. AI menos la imagen que transmitió sobre el cuadrilátero, fue la de un individuo en sus cabales. No decimos que lo esté, decimos que su comportamiento fue normal. Especialmente en lo boxístico, donde supo trabajar la pelea a partir de un plan perfecto donde su peso fue la clave.

En el primer asalto se vio claramente que Haney no resistía la mano de García. Tan así fue, que eso le condición todo el desempeño posterior. Le costaba entrar en velocidad con el jab por delante. Algo habitual en su estrategia. Jab y la derecha detras en punta, para salir en velocidad. Esta vez entraba, golpeaba y amarraba.
García tampoco fue a buscarlo algo que siempre le facilita el trabajo a Haney. Los espera y con su velocidad de golpeo suma impactos que repercuten en las tarjetas. García, por el contrario, recurrió al juego de pies, se movió por laterales sin responder, le complicó las entradas a Haney con el jab o literalmente le daba la espalda, anulando cualquier embate. Por momentos, cambiaba su postura, ponía presión y golpes de poder. Cuando conectaba lastimaba, así lo puso en la lona tres veces y debió ganar por KO. El réferi colaboró en ese aspecto con Haney, intervino en demasía y le dio siempre segundos preciosos demás luego de cada conteo.
Haney demostró que sus virtudes empezaban en la diferencia de peso y no en la diferencia técnica. Se suponía que su talento alcanzaría para vencer a su rival, pero a este le bastó el peso en la mano y una acertada planificación para llevarse la victoria. Boxeo intermitente, descansos, marrullerías y golpes limpios cuando apareciera la oportunidad. Alcanzó y bastó para desinflar el boxeo y quizás, la carrera de su rival.
El resultado final fue de decisión mayoritaria para García 112-112, 114-110 y 115-109. Es posible que ahora, su carrera siga en 147 libras.
5 comentarios
Bendiciones maestro!!!!
Espero que Haney vuelva fuerte, después de haber mirado bien el pizarrón. No deja de ser un súper clase.
Fuerza Haney. Felicitaciones a Ryan.
De verdad espero, que se tome acción del peso final antes de un púgil subirse al cuadrilátero. No debería de estar en manos de los deportistas. Debería de haber dos pesajes: un día antes; y antes de ponerse los vendajes y guantes previos al combate. Con la rehidratación debería de ser el peso final. Pero ambos, deben de pesar lo mismo en el bendito cuadrilátero. Está claro el protagonismo de las tres libras de Ryan. Conmovió bastante feo a Haney.
Éxitos, bendiciones.
Estás diciendo que Haney se aprovecho toda la vida de su diferencia de peso respecto a todos sus rivales?
Excelente estrategia, mal por el referí que no fue imparcial.