Un estudio científico reciente que analizó aquella creencia de que los polos opuestos se atraen, llegó a la conclusión de que sucede todo lo contrario. El título del artículo publicado por Europa Press en septiembre de 2023, es muy claro: ‘La ciencia desmonta el mito: los polos opuestos, en realidad, no se atraen‘. Si aterrizamos ese descubrimiento en el boxeo, podriamos colaborar perfectamente con el mejor de los ejemplos. Floyd Mayweather y Dmitry Bivol, las dos únicas manchas en el palmares de Canelo Alvarez. Los dos lo derrotaron, pero, por allí terminan las coincidencias. Por ello son dos polos opuestos que se repelen, como lo establece el estudio.
Contra Floyd Mayweather, como lo reseñamos en nuestro último video, conseguir la victoria para Canelo era irrelevante. La meta era enfrentarlo como diera lugar y para ello aceptaron y formaron todo lo que le pusieron por delante en las reglas de la pelea. Incluyendo una cláusula para el pesaje: límite de 152 libras para disputar un título superwelter, o sea, el de 154 libras y cualquier posible clásula que no haya pasado el filtro de las obligaciones confidenciales contraídas con la firma.
Canelo fue parte de un proyecto destinado a colocar una figura preponderante en el lugar que pronto dejaría libre con su retiro Floyd Mayweather. Lo enfrentaron, ganaron una buena bolsa, perdió sin ser noqueado y debido a su edad, vendieron la derrota como si en realidad haya sido una victoria.
Les fue bien, demasiado bien con el invento y con las estrategias comerciales de Mayweather mejoradas, Canelo fue evitando rivales, negociando con reglas leoninas sus contratos, permitiendo que sus rivales ganaran sus mejores bolsas, pero empezando a ganar las peleas en los escritorios como en 2019 lo reconocería Eddy Reynoso.
Todo se lo debieron a Floyd, esa pelea fue un beneficio de valor incalculable, por lo ganado, por lo heredado y por lo aprendido. En cada pelea de Canelo, debería realizarse algún homenaje a Mayweather ¿Por qué no? el fue padre del engendro.
Pero si la derrota ante Floyd fue, quizás, astutamente planeada y dejó 100% de beneficio, la derrota contra Dmitry Bivol fue todo lo contrario. Un error de cálculo, un acto de arrogancia y tal vez la constatación de que a esa altura Canelo ya se había creído su propio cuento. El ruso lo aterrizó sin paracaídas. Y el daño no fue mayor por aquellas absurdas e incomprensibles tres tarjetas iguales de 115-113 favoeables a Bivol.
La victoria de Bivol fue tan fácil de lograr que la estantería tal vez se desmoronó por completo. Y decimos tal vez, porque habrá que esperar el juicio de la historia una vez Canelo se retire, para realizar el adecuado recuento de los daños e identificar la cantidad de fanáticos que esa noche despertaron de la fantasía. Lo vemos a diario en las redes sociales, en los comentarios y en el cambio radical que produjo la desaparición instantánea de las ‘canelomanía’ en las redes sociales. Y todo por culpa de Dmitry Bivol. O sea, esos dos si que fueron el ejemplo mayor en el boxeo para estudio científico sobre los polos opuestos.
Tal vez, algún día se lo agradecen a Canelo. Contribución a la ciencia. Recorte y pegue en el refrigerador. Quién sabe si eso no llega antes que el Salón de la Fama.