Jaime Munguía en los hechos va a la pelea de su vida. no solo pone en juego su invicto en 43 peleas, también pone en el fuego su futuro. Es cierto que ganará la mejor bolsa de su carrera, pero la mayor certeza en esta pelea es que ‘si no le echa ganas’, los fanáticos se se lo van a cobrar. Como se lo siguen cobrando a todos los rivales de Canelo que subieron al ring a celebrar su día de pago sin importarle el resultado.
Los ejemplos abundan. GGG se fue a la historia manchado por entregar la trilogía, junto a las dudas que dejaron sus otras peleas contra Canelo. Sergey Kovalev se fue a la historia como aquél campeón que regaló su título por la mejor bolsa de su carrera, subiendo a pelear sin condiciones y admitiendo después que solo fue por la oferta financiera.
¿Jaime Munguía será más de la mismo? Imposible saberlo de antemano. Nunca es posible. Todo rival de Canelo siempre amenaza antes y se justifica después. Como Jermell Charlo por ejemplo. Lo interesante de la historia previa de Canelo-Munguía es ese ambiente calmo de sparreo familiar, donde no hay insultos, amenazas, advertencias y todo lo que le da calor a cualquier pelea de boxeo. Por el contrario, Munguia habla de respeto a Canelo y de sentirse honrado por ‘ser su rival elegido’. Todo eso, al menos en lo previo, a muchos fanaticos les provoca sensaciones malas. Desconfianza, decepción, dudas y si se quiere, desinterés en una pelea de la que presumen de antemano cual será su resultado.
¿Dónde puede estar el cambio? O sea, que al final Munguía sea todo lo contrario, que suba a pelear enfocado y le dispute el combate palmo a palmo a su rival. Como insistimos en nuestro último video, es un tema de actitud y confianza en sí mismo. Quién sabe, quizás, Munguía esconde sus cartas y aprovechará en grande su oportunidad de hacer historia.
Ganar, sería cumplir con otra sorpresota que el boxeo terminará regalando en pocos días. Como la que protagonizó Ryan García contra Devin Haney. Si ocurre, las van colocar en un mismo plato. Pero, hay una diferencia, Ryan García se supo después que apostó dos millones de dolares por sí mismo. En este caso, solo serían sorpresas similares si efectivamente Jaime Munguía se juega su dinero en una apuesta contundente a su victoria. Hay que esperar, si lo hace o si lo hizo. Solo así se aceptarán comparaciones. Hasta entonces, amanecerá y veremos.