Tras el espectáculo controversial de la pelea de exhibición entre Jake Paul y Mike Tyson, su principal consecuencia es esa pregunta que sería hasta razón de apuestas: ¿quién es el próximo? El éxito del evento y la posibilidad de ganar rápidamente una bolsa millonaria en una pelea de fantasía ha provocado una carrera loca por ser el próximo elegido el YouTuber boxeador.
Todos quieren enfrentarlo y hasta le ofrecen títulos oficiales en una situación surrealista y donde apenas la reacción de Canelo Álvarez ante el desafío de Paul, fue una de las pocas reacciones sensatas Canelo dijo que “es bueno que Netflix esté involucrado, pero no en ese tipo de peleas. Creo que es más un espectáculo que una pelea. Eso es lo que pienso». A su vez, Canelo, respondió de manera directa cuando se le preguntó sobre un posible combate en contra de Jake Paul: «No me interesa» dijo. Tras la pelea contra Tyson, Canelo fue uno de los primeros que Paul desafío para pelear en 200 libras por un título mundial.
Una verdadera locura ha provocado la ansiedad por ser parte de ese espectáculo que genera ganancias millonarias, no obstante, las comisiones atléticas y los organismos de boxeo, miraron hacia otro lado sobre lo que ocurrió antes con Tyson y lo que pudo ocurrir en Arlington. Mike Tyson confesó que en junio, antes de la primera fecha, la postergada, estuvo a punto de morir y no se arrepiente de haber subido al ring por última vez .
“Casi muero en junio. Tuve 8 transfusiones de sangre. Perdí la mitad de mi sangre y 25 libras en el hospital y tuve que luchar para recuperarme para pelear, así que gané…”
Está claro que esa sola confesión debería avergonzar a quienes permitieron y propiciaron esta pelea y sobre todo, debió realizarse una investigación buscando responsabilidades penales. Si estuvo a punto de morir, con 58 años permitirle subir a una pelea profesional es una negligencia criminal. En general todos han hecho silencio cómplice y peor que eso, Jake Paul desafía quien sea sin importar el tamaño o lo desafían a él en un ambiente tan grotesco como surrealista.
Artur Beterbiev expresó su interés de enfrentar a Jake Paul y le dejó claro que está abierto a cualquier sugerencia para darle una oportunidad por los títulos. Francis Ngannou ya puso la piedra fundamental, “la próxima vez que vea a este tipo la daré dos o tres bofetadas” dijo. A su vez, tras superar a Tyson, en la conferencia de prensa posterior a la pelea, Paul, luciendo con orgullo un cinturón de campeón, reveló sus futuros objetivos en el deporte, poniendo su mirada en Gervonta Davis, Canelo Álvarez y Conor McGregor.
Especial énfasis puso en el irlandés, de quien dijo: “Es divertido escuchar que McGregor está asustado y que nunca boxearía con Jake Paul lo retó en MMA, a puna pelea en 170 libras en un octágono” dijo.
A esos nombres debe sumarse entre otros a Julio César Chávez, Andre Ward y en estas últimas horas se sumó Kevin Lerena, que le ofreció a Paul pelear su casi anónimo cinturón de campeón del ‘peso puente’ del CMB. Esto se sumaría, en una verdadera locura y falta de seriedad del boxeo organizado, al deseo público de Gilberto Mendoza de ver una pelea de Julio César Chávez Jr. contra Jake Paul por un título mundial que la AMB no tiene problemas en poner en disputa. Lo dicho, se extraviaron muchas cosas de la seriedad que requiere un deporte donde en cada pelea los rivales ponen su salud, su integridad física y su vida en juego.
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